El nombre de Marcos Bruno se divulgó más allá de su Mendoza natal. Está en todo el país porque el joven, de tan sólo 20 años, envió un proyecto a la NASA y fue aprobado. Se trata de instalar un GPS en el planeta Marte. “No es cuestión de inteligencia, sino de ganas”, resumió.

Bruno estuvo en Utah -Estados Unidos- y llevó un robot que diseñó junto a su amigo Gabriel Caballero y que puede instalar instrumental y trasladar cargas livianas en Marte. Según informó la Universidad Nacional de Cuyo, “lo probó en una base de The Mars Society, una sociedad de la NASA que simula exactamente la vida en el planeta rojo”.

Para instalar un GPS en Marte, “el artefacto cuenta con cuatro ruedas y una especie de grúa, además de un motor que permite instalar instrumental y hacer girar un tornillo. También tiene una cámara, que es el celular del estudiante, y un router wi-fi que posibilita la comunicación con una computadora”, señalaron en un comunicado. Tras 15 días probando el robot, el trabajo de Bruno estará “en un journal, un escrito académico que publicará dentro de aproximadamente tres meses, The Mars Society”, explicaron.

“Hubo una convocatoria en Internet para proponer proyectos relacionados con Marte. Yo apliqué y por suerte quedé seleccionado”, resumió el joven, quien “con Gabriel trabajamos hasta el último día. Yendo al aeropuerto estábamos ultimando detalles”.

Para Bruno, “es una experiencia única. Es muy loco estar donde se encuentran los astronautas haciendo las pruebas”. Según dijo, “hicimos un prototipo que se probó y ellos (por la NASA) creen que funcionaría estando en Marte”. De todas maneras, hay que corregir algunos detalles, ya que “por ejemplo, el control tiene unos botones que quedaron chiquitos, al ser utilizados con los trajes. Hay que seguir algunos protocolos”.

“Cualquier persona puede llegar. Hay que pensar una idea y mandarla en la convocatoria. No es cuestión de inteligencia, sino de ganas”, agregó.

Otro proyecto

“Estamos hablando con la universidad. Cualquier institución puede invertir. Lo que pasa hoy en las facultades es que hay un microscopio grande para miles de alumnos. En este proyecto, por sólo un dólar, se pueden traer microscopios para cada estudiante. La semana que viene vuelvo a hablar en Skype con Stanford. Esperemos que la iniciativa sume”, subrayó. La idea es que participen los países en vía de desarrollo o de escasos recursos.