El financiamiento del consumo con tarjetas de crédito cayó 6,8% en lo que va del año, por las altas tasas de interés y la implementación del plan “Precios Transparentes”, que eliminó las “cuotas sin interés” y desalentó las compras.

La caída de préstamos con tarjetas en términos reales en realidad fue mayor si se lo ajusta por inflación, al considerar que en los primeros seis meses del año el nuevo IPC Nacional avanzó 11,8%.

Según datos del Informe Monetario del Banco Central, desde que arrancó el año y hasta el 17 de julio último, el stock de financiamiento con los plásticos emitidos por bancos públicos y privados bajó 6,8% a 221.127 millones de pesos. Se trata del gasto que realizan los argentinos con las 6.123.994 de tarjetas de crédito que hay en el mercado, sin tener en cuenta los consumos originados con los 15.612.838 de plásticos de débito automático.

Esa caída se dio a contramano de lo ocurrido con los préstamos personales que aumentaron 26,9% en el mismo período, hasta los 280.904 millones de pesos, y con los prendarios, que se dispararon 31,3%, hasta los 69.869 millones, por la mayor venta financiada de autos cero kilómetro.

También muestra una ascendente performance el stock de créditos hipotecarios: en lo que va del año se incrementó un 26,9% hasta los 77.677 millones de pesos, un récord para -al menos- los últimos 15 años.